martes, 16 de octubre de 2007

¿OTRA VEZ LA MUNICIPALIZACION DE LA EDUCACIÓN?

Quienes hoy se interesen por leer los documentos del SUTEP de la dècada de los 90, encontraràn en esos textos no sòlo las advertencias sobre la privatizaciòn de la educación, sino, además, la proyecciòn de lo que significarìa la entrega de la educación y las ecuelas a las municipalidades, desde cuando Mario Vargas Llosa planteò la alternativa neoliberal en su campaña electoral de 1989-90; desde cuando Fujimori dio el Decreto Legislativo 699 y luego los Decretos Leyes 26011, 26012 y 26013(1991-1992, respectivamente), a los cuales el SUTEP combatiò sin tregua, frente a quienes apoyaron dichos dispositivos y hasta colaboraron con la aplicación de la reforma educativa neoliberal por el règimen de Fujimori. No hay que olvidar que uno de los ejes de confrontación con el fujimorismo durante la lucha electoral por el fraudulento Referéndum Constitucional de 31 de octubre de 1993 fue la defensa del derecho a la educación, en la que los maestros del SUTEP cumplieron un papel muy importante para restarle votos al dictador. Al parecer, hay un olvido còmplice de ese proceso de lucha y, sobre todo, de la propuesta fujimorista del COMUNED (DL 26011), entidad encargada de transferir las escuelas a las municipalidades y al sector privado. Quienes combatimos al neoliberalismo educativo y su privatizaciòn no podemos olvidar el aporte de los maestros peruanos a esa lucha, de miles de padres de familia que al principio fueron ganados a la causa de la administración directa y privada de las escuelas, de muchos alcaldes que aceptaban administrar la educación sin hacer una autocrìtica de su inutilidad y su proceso de corrupción en el manejo de las municipalidades, ademàs de su ignorancia en materia educativa y pedagògica.

El colmo de la osadìa fujimorista tuvo lugar en 1997, cuando ese 28 de julio anunciò la municipalizaciòn de la educación y la salud. Tanto el SUTEP como los gremios de la salud desarrollamos una lucha conjunta para impedirlo, principalmente para explicar el carácter privatizador y antipopular de esas polìticas neoliberales. La municipalizaciòn fue derrotada en ese período. El gobierno fujimorista ingresaba a su período de crisis. Pero su reforma neoliberal continuò hasta hoy, con todos sus elementos privatizadores, con el mayor deterioro de la enseñanza por el influjo de factores sociales y econòmicos, de los cuales los neoliberales no quieren hablar, dedicàndose, màs bien, a culpar de la crisis educativa a los maestros, precisamente para seguir justificando las bajas remuneraciones de los docentes pùblicos y privados, salvo excepciones para maestros que laboran en contados centros educativos privados a donde acuden los hijos del pequeño sector privilegiado de la sociedad peruana, pues la gran masa de maestros de centros de enseñanza privados percibe salarios mensuales desde 200 hasta 500 nuevos soles.

¿Desconoce el Partido Aprista Peruano esta pequeña historia y, principalmente, los ejemplos latinoamericanos? No los desconoce porque sus principales lìderes no sòlo han gobernado el Perù, sino que se han envejecido en el Parlamento, donde por lo menos podrían haber leìdo las leyes y las noticias periodìsticas. El planteamiento del Sr, Alan García, no siendo ningún aporte a lo ya planteado en el pasado inmediato, incluso a las experiencias peruanas de municipalizaciòn de la educación de 1839, 1872 y el papel asignado a las municipalidades en materia de educación por la Constitución de 1933. Lo que ocurre es que desde la dècada de los 40 el Partido de Haya de la Torre ha venido abandonando sus planteamientos burgueses reformistas del Discurso Programa de 1931 para adaptarse, primero, a las condiciones del sistema econòmico-social de la vieja oligarquía (alianzas con Bustamante y Rivero, después con Prado y luego con el odriìsmo); adaptándose hoy a los planteamientos neoliberales del libre mercado y la promoción de la inversiòn privada transnacional para “impulsar el crecimiento” y “crear fuentes de trabajo”, mismo discurso de los “Chicago Boys”. Con el apoyo al TLC el Sr. Alan Garcìa y su partido han culminado su viraje total al neoliberalismo, al margen de sus bravatas oratorias que sirven para engañar a incautos. No es ajeno a esta adaptación neoliberal el apoyo de los actuales parlamentarios apristas a la Ley General de Educación 28044 promulgada el 2003, que legaliza todas las políticas educativas dictadas por el gobierno de Fujimori, plasmando incluso medidas que el fujimorismo no pudo aplicar, como la señalada en los artículos 14, 15 y 16 de la mencionada Ley (Evaluación, Certificación y Acreditación), tema preferido del discurso de la ex Ministra de Educación Mercedes Cabanillas. Medida aplicada en Chile sólo para comprobar el fracaso de la reforma de Pinochet y para convertir al trabajo docente en un instrumento del individualismo competitivo.

¿Cuál es el argumento del Sr. Alan Garcìa para justificar su “novedosa” propuesta de municipalizaciòn de la educación? Simplemente que los municipios han demostrado eficiencia en la inversiòn de los recursos asignados. ¡Què tal desconocimientode la incapacidad y del proceso de corrupción en que se encuentran los gobiernos municipales en todos los niveles y los gobiernos regionales! Seguramente podrìamos encontrar algunas excepciones, pero es difícil. Por el lado de la eficiencia y de la honestidad el Sr. Alan Garcìa no puede demostrar nada, ni en su propios partidarios en alcaldías y gobiernos regionales. Pero no sòlo se trata de eficiencia y honestidad, que son necesarias. Se trata, ademàs, de tener en cuenta que la educación està relacionada, estrechamente, con la cultura y su desarrollo, con el desarrollo de la ciencia y la tecnología, con los medios de comunicación que en el Perù educan con el lodo de su contenido y sus protagonistas. El otro problema que se soslaya es el significado real de la descentralización de la educación, como si este proceso podría desarrollarse al margen de la descentralización del paìs y èsta, a su vez, sin la existencia de un proyecto nacional soberano, democràtico y autosostenido. Quienes consideran que descentralizar la educación significa transferir ciertas competencias a las unidades subnacionales (regionales y locales) con el propósito de reducir el gasto estatal en educación, aunque digan que ese no es e propósito, están repitiendo la misma historia reciente de Chile, Argentina, México, Nicaragua y otros países de nuestra América.

Así como cuando el fujimorismo determinó sus políticas educativas, hubo voces condescendientes con ellas que solamente atinaron a criticar cuestiones adjetivas de la reforma neoliberal, hay quienes hoy están planteando aplicar la transferencia de la educación a las municipalidades en forma gradual y dentro de un proceso de “experiencia piloto”. Esta postura da por aprobada la política de la municipalizaciòn sin plantear los problemas de fondo de la crisis de la educación peruana.

Hay críticos que enrostran a García Pérez el haber planteado una política educativa que no estaba en su plan de gobierno. ¡Qué ingenuidad! Adherido al neoliberalismo, a su mecanismo globalizador llamado TLC, la continuidad de la reforma educativa de los 90 no puede sino ampliar sus mecanismos de aplicación, entre ellos, la municipalizaciòn privatizadora de la educación y la desregulación laboral de los trabajadores en la educación, docentes y administrativos, que conducirá a establecer una relación laboral de estos con cada municipalidad, debilitando la capacidad de lucha de su gremio, como ocurrió en Nicaragua durante el gobierno de Violeta Chamorro, sin ningún beneficio para la educación de la patria de Sandino y Rubén Darío.

Con la Ley General de Educación 28044 la continuidad de la privatizaciòn neoliberal està asegurada, asì como la presencia decisiva del sector empresarial privado en la planificación y evaluaciòn de la educación. Los lìderes apristas son, hoy por hoy, los mejores propagandistas de los elementos de la reforma educativa neoliberal heredada del fujimorismo.

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